11, Julio del 2013

[...]

- ¿De que hablas?

- Hablo de que pudo haber existido..., si tan solo hubiera tenido el valor de...

- ¿Existido qué?































- ...

































  Un nosotros...



































- Dios,...

- No sé si te diste cuenta pero...

- ¡Tú no te has dado cuenta!

- ¿Yo?

- ¡Sí!, ¡Dominic! Eso no...

   Escuchame,... nunca pudo haber existido un nosotros... no es tu culpa, simplemente... nunca pudo haber sido...

- ¿No te gusto verdad?

- ... Mira, eres un buen chico ya... pero... nunca pudo haber sido...

- ¿Y por qué no?

- ... Te gusta hacer las cosas dificles ¿Verdad?

- Me gusta que las cosas sean sinceras...


































- ...


 






























  No... perdón es que...







































- No, no. No te disculpes, haces las cosas más estupidas...

- ¿Estupidas? ¿Esto es estupido para ti?

- Sí.

- Espera... ¿Estas enamorado de mi o qué?

- Sí.

- ¿Y como puedes decir que te parece estupido?

- Me parece estupido que pidas perdón por no sentir lo mismo... Me parece estupido que sientas lastima y compasión por mi, por el simple hecho de que no me correspondes...

  No tienes que sentir lastima por mi, yo estoy bien...

- Dominic...

- Gracias por ser sincera...

- ...

  Solo dices eso para hacerme sentir mal ¿Verdad?

- No, no tienes que sentirte mal... Solo entra a casa...

- ...
































- Adiós Lorens...

- Chau...














Abrio la puerta de su casa, entro y antes de cerrarla me miro con sus ojos llenos de tristeza. Me quede parado en frente de esa puerta durante unos 35 minutos. Me quede parado en frente de esa puerta por un largo tiempo.

No puedo negarlo, en esa solitaria calle llore. Una lagrima tras otra brotaron de mis ya cansados ojos. La verdad sabia que me rechazaria, pero no lo esperaba así, no espera que fuera así. Esperaba de que fuera más rápido, esperaba de que fuera una indirecta dentro de una broma de mala gracia. Esperaba que...

[...]

El aire me pesa, mis ojos se nublan, dentro de la niebla me pierdo... dentro de una densa niebla de invierno me tropiezo y caigo, y en el frio suelo me resigno a descansar. Estoy cansado... estoy cansado...