jueves, 30 de marzo de 2017

30, Marzo del 2017


A menudo el mismo pensamiento nace de la misma tierra estéril, como si a pesar de toda lógica, la terquedad de querer existir provoca que nazca esta idea.

Una sensación que rompe con todo sentimiento, una emoción que se siente en cada hueso, en cada centímetro de mi piel. Un pensamiento, una idea, que brota de la nada, que desfigura el alma y se clava adentro de mi ser, en el centro de mi mente.

Últimamente no es novedad que piense en el suicidio, pero no es solo pensar en él... es también sentirlo, imagino cada segundo de mi propio suicidio en tantas  violentas maneras.

Siento como el Cloro arde en mi boca, como arde en mi lengua, como quema mi garganta, la siento entrar y bajar hasta mi estomago, para luego del ardor tirar la botella y caer en el piso, taparme la boca para no gritar...

Siento como por dos largos segundos vuelo hacia la caída al piso desde la tercera planta. Veo todo con extrema exactitud, como veo al cielo por qué me tire de espaldas, como me veo caer hasta chocar y sentir un enorme rompimiento en mi cráneo, y luego sentir como todo mi cuerpo simplemente se apaga, como si linealmente todo se desconectara.

Siento como la soga daña mi cuello, como me asfixia, me ahorca, mientras que lucho por respirar, siento mis mejillas ponerse moradas, mis ojos como si fueran a explotar, como me duele la garganta... siento como me quedo sin aire, como lucho...

Siento como el tren me atropella, como de manera tan rápida destroza mi cara, mis brazos, mi tórax, como lentamente me desmiembra, como rompe mis huesos y luego deja mis tripas regadas a lo largo de la vía.

Me veo morir, siento mi propia muerte como si la estuviera viviendo en este momento, siento todo ese dolor, toda esa desesperación, como todo mi cuerpo se rompe... y luego... no siento nada... luego de imaginar mi suicidio, no hay nada mas... siento un vacio, una oscuridad pacifica...

Y tengo miedo, no porque cada vez los pensamientos sean más continuos, tengo miedo porque cada vez duelen menos, porque cada vez que me imagino beber la lejía, siento que arde menos que la ultima vez, siento que puedo beber más antes de tirar la botella.

Siento que más corta la caída, siento menos el dolor, siento menos la soga, como si cada vez luchara menos por respirar, por que... el dolor... cada vez es menos... cada vez siento menos es desgarramiento de mis extremidades, de mis órganos... cada vez es menos doloroso...

Cada vez es menos, es como si poco a poco comenzara a sentir menos el dolor de mi suicidio. Como si se acercara el momento y cuando llegue, no sintiera nada, ya no sentiría dolor, porque cada día, lo imagino, cada día, lo veo, lo siento y cada vez, suena menos desquiciado, se siente menos doloroso...

Como si mi mente estuviera preparándome para que cuando llegue el día, ya no sintiera el dolor, ya no sintiera nada, como si mi suicidio fuera indoloro... cada vez que lo pienso, que lo imagino, siento que cada vez se acerca más el día, y siento que estoy más prepara...

No... No... NOOO!!

No.... yo no... Yo no quiero suicidarme... no quiero... yo no... Yo no quiero suicidarme... no... No... No no no no no no no no no... No quiero suicidarme... no quiero... no quiero morir... no... Por favor no... No quiero... no quiero suicidarme... no...

No me quiero morir... por favor... no... No quiero... no...

¿Por qué? ¿Por qué?....

*****

¿Por qué? me pregunto por que...

¿Por qué es que no puedo llorar por más de un minuto?

Es como si cada vez que mi cerebro sintiera caer por mi mejilla la primera lagrima, automáticamente se pusiera a elaborar una droga tan efectiva que después de la octava o decima lagrima, simplemente, como si nada, dejara de llorar...

Hace un minuto me quebré... el pensar en que no quiero suicidarme hizo que quebrara... pero no duro más de 40 segundos... he visto personas quebrarse y llorar incluso por horas, ¿por qué yo no llego ni al minuto? porque después de llorar entro en este estado de... dopaje... como si no sintiera nada... como si no hubiera pasado nada...

Me preocupa no poder llorar, no poder, quebrarme en llanto como los demás... eso no debe estar bien... recuerdo que cuando tenía 7 años lloraba por casi todo, pero ahora... nada...

Antes esto no me preocupaba, es mas creía que estaba bien, que era como... Un don... o algo así... pero ahora... en medio de esta depresión, en medio de esta muerte, en medio de este dolor... no lloro...

¿Por qué? acaso... ¿No me duele?

No, si me duele, pero... no está mal el dolor...

No me desagrada este sentimiento...

Pero... ¿Por qué?

miércoles, 29 de marzo de 2017

29, Marzo del 2017

Hace ya mucho tiempo atras no me atrevo a escribir palabras, será por que no las encontraba, o porque no tenia la inspiración.

En verdad, no tengo algo, me quede con la nada. Ahora camino por las calles con un agujero en mi craneo, con los labios resecos, sin sombra a mi espalda, llevando un peso muerto, sin alma. Como vagabundo en un desierto que apesar de morirse de calor, se niega a buscar agua.

Ya nada me queda, ya nada soy. Soy mucho menos que la sombra de la persona que alguna vez fui, soy apenas el borroso recuerdo de un niño que fue feliz. Yo solia ser feliz.

Largos han sido los meses de esta depresión que se debora mi vida, que rompe mis huesos, que me desangra muy lento. Esta soledad me acaricia en esta fria y oscura habitación. Este vacio se llena de carencia.

Este cansancio, este... sin motivo... mi vida, abrumada, mis sentimientos, enterrados, mis motivos, ido. Todo, derrumbado.

Cenizas que afixian mis pulmones, me sofocan, me matan.

Me muero, es innevitable, es innegable, es aceptable, es necesario. Por años me escondi y corri de ella, ahora solo la acepto: Voy a morir.

No, no me fascina la idea, pero tampoco me desagrada, solo lo acepto. Ya no huyo de la verdad, no hay donde esconderse. Solo lo acepto y espero.

He estado viviendo tanto tiempo una mentira, escondiendome tras falsedades, ocultando la verdad. Ya no, ahora solo me queda ser honesto...

Honesto... Honestidad... eso me faltaba para poder escribir... Necesitaba querer decir la verdad, pero estaba aterrado de la realidad, tanto que me escondi tras miles de mentiras... pero no puedo más...

No, no estoy bien... pero eso tampoco significa que este mal, hoy solo existo... respiro pero no tengo aliento, hablo pero no tengo voz, veo, pero no observo nada, oigo, pero no escucho...
Solo estoy matando el tiempo, asi como él me mata a mi.