Entre grises calles empiezo a caminar, entre la tarde me intento disipar, llego a la colina y quiero mirar atrás, escucho gritos, quejidos y lamentos, todo parece un tormento, y en eso escucho su voz...
Volteó y Ella esta allí, parada y con su típica mirada, y en su mano una mano aún más pequeña, es Ella, junto a Ella, las dos, juntas, me observan a lo lejos, yo veo su reflejo, todo alrededor se mueve lento, todo parece viejo, obsoleto. Las nubes grises se oscurecen, el aire se endurece, se vuelve denso y pesado, como la sangre, estoy cubierto de sangre, oscura, fría, me envuelvo en la oscuridad, me absorve. Siento el frío metal entrando por mi pecho, desgarrando mis huesos, perforando mis pulmones, se me escapa el aire, se escapa mi aire, se me escapa la vida, me afixio, siento la sangre subir por mi garganta, la siento escurrirse por mi cara, por todo mi cuerpo, y escucho su voz como un eco... y despierto.
Me levanto de un impacto brusco, violento, tratando de recuperar el aire, tratando de cerrar la herida de mi pecho, tratando de limpiarme la sangre, pero no hay nada, sólo fue un sueño, una ilusión, no fue real, se sentía real, no lo fue. Un sueño fue, uno de los tantos, de los diarios, de los innumerables, esto no termina, parece que no tiene final, es eterno, o así pretende serlo, o quizas sólo duradero, sólo 5 años más, no quiero que dure más, maldito tormento, maldito tu recuerdo, maldita mi vida, maldito aquel momento, maldito mi amor, maldita seas tú, maldito sea yo...
Maldito quede con tu recuerdo...
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